miércoles, 13 de mayo de 2009

El trono de la princesa


LA MAGIA ES COMO LA ENERGÍA, NI SE CREA NI SE DESTRUYE, SÓLO SE TRANSFORMA

Después de fusilarlo con photoshop logro verle como a un dios griego, dotado con la ternura del príncipe azul de los cuentos clásicos de Disney... la verdad es que no se como va el photoshop, nunca se me ha dado bien, bendito picasa!! , que haría yo sin él?

En mi poderosa mente, el programa en sí lo maneja uno de mis genes de la república independiente de mi cuerpo, lo hace insconscientemente, con soltura y siempre con la última versión!!

Primero escanea a través de mis ojos, de mis manos, nariz y boca, luego retoca con fluidez para pasar las imagenes por el filtro del corazón, donde por cierto, suele dejar posos importantes... algunas veces demasiado pesados.

Después de semejante proceso podemos ver el resultado: se encienden los ojos, se colorean mis mejillas y el corazón me late a toda máquina echando chispitas de felicidad.

Sí, la emoción se apodera de mi, la siento, vibro y lloro de felicidad al descubrir la esencia que guarda tan y tan dentro de su corazón... asustado, sí, pero con ganas de amarme.

Lo toco, lo siento, veo en sus ojos todo lo que esconde su corazón, pobre, demasiado tiempo cerrado, demasiadas tormentas.

Ja!! yo!!!! que ni creo en dioses ni me creo demasiado los cuentos aquí estoy, disfrutando de todas estas emociones, de toda esta vibración, tan potente.

He llegado a una fase en la que los pensamientos se solidifican desafiantes negándose a permanecer en la mente. Sí sí, se empiezan a percibir miles de detalles (bueno quizás no tantos)... que le dan un aire, diría yo que hasta grotesco.

Después del éxtasis, pasados los momentos de subidón tengo la capacidad de salir de excursión con un pequeño mapa. Vuelo y observo con claridad , después, algo sorprendida me digo a mi misma...

-¿cuando vas a dejar de creer en los cuentos de hadas?-, -¿cuando crecerás?-

mmm ...mientras sonrío me respondo... -nunca !!!-...

Es en este preciso instante, en el que tomo conciencia de la situación, ya comienzo a ver con un mapa distinto el mismo territorio.

Ya huelo, ya toco y ya veo las cosas que se que me negarán la felicidad eterna a su lado, veo los matices de los colores que ahora, ya no son tan vivos, veo la oscuridad que provocan los rincones que dejé de mirar antes de que el gen maldito actuara. Y es que cuando mortalizamos a un dios griego lo condenamos a ser perfectamente imperfecto

Qué feliz me siento también en este estado de disociación, te da la capacidad de percibir cosas que no ves estando de borrachera emocional. Es como sentarse en un trono en lo alto de la montaña y ver con detenimiento lo que hace el resto de la humanidad. Que gran visión, verdad?

Sin embargo, la visión que tengo ahora no pertenece a la realidad... el mapa que tengo, con el que me muevo, con el que me guío, no me muestra todo el territorio, cada día veo senderos distintos y no hay nada más constante y perdurable en la vida que el cambio , ese que me enriquece que me empuja a crecer a disfrutar a sufrir, a reir a llorar


A vivir

Es hora de subir a la montaña, la princesa necesita reflexionar en su trono...



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