jueves, 28 de enero de 2010

LA SOLEDAD DE LA NOCHE

Sólo cuando me abandonas en el lecho para regalarte una juerga solitaria bajo la visera del insomnio aparece la soledad más profunda para agarrarse con su garfio a mi pecho.

Sólo en ese momento el desconsuelo vuela por tu habitación, me desvela mostrándome a otra persona frente a mi, el reflejo de alguien a quien no conozco, una persona muy distinta, el espejo de la verdad me devuelve una imagen algo demacrada... me tumbo, miro al techo e intento relajar los músculos faciales.

No puedo pensar demasiado pero intuyo que tras la ventana me espera un frío helado, un frío que me acobarda y me empuja a meterme de nuevo en la cama cuando ya había decidido marcharme.

Sólo por esta vez...mañana ya no estaré sola, estaré conmigo misma.