Te he olvidado mal siempre
¿Cuantas veces me he escapado y nunca me has soltado?
En tus brazos moriría si en tus ojos viera un mar nacer...
He aprendido a controlar el llanto igual que aprendí a controlar los estornudos cuando era pequeña, ahora puedo condensar en una sola lágrima muchos momentos de amargura, miedos, ansiedades y tristezas, no es necesario gritar en el vacío, sólo hay que despojarse de esa lágrima que todo se lo lleva.